El conductor accede con su vehículo a Sabadell desde la C58, indicado por el cartel «Sabadell Centre». Recorre apenas unos metros y, mientras se detiene paulatinamente, advertido por el semáforo en rojo, vislumbra el sempiterno letrero de Coca-Cola con la inscripción «Benvinguts a Sabadell». Con toda probabilidad, si al mismo sujeto se le cuestionara sobre la titularidad del terreno, dudaría poco en atribuírselo a la capital vallesana.
Pero, paradojas urbanísticas de la zona, el enorme solar, delimitado por el edificio de Correos y la Zona Hermètica de Sabadell, pertenece a Sant Quirze del Vallès.
