Me despierto temprano, abro los ojos, y como si de un escritorio de ordenador se tratase, abro carpetas en mi mente:
Carpeta Economía: Recesión, irá a peor el déficit, nuestro recién elegido presidente, con sus recetas, antaño milagrosas, parecen resultar ahora ‘..lentas, insuficientes, requieren tiempo, la situación estaba peor de lo esperado’. La culpa, ‘del anterior’.
Carpeta Laboral: Más despidos, más paro, peores condiciones para el empleo, menos salario, nueva reforma laboral, más recortes de derechos (si alguno queda ya), menos indemnizaciones por despidos. Las recetas para crear empleo, (antaño ‘maravillosas y eficaces’) parece ser que no funcionan. Se piden por nuestra competente ministra de Trabajo ‘esfuerzos’. ¿Será por su parte? ¿Alguna vez habrá manejado un salario mínimo interprofesional?
Carpeta Educación: Eliminan Educación para Ciudadanía, aparecen términos como ideologización (nos pretenden remontar a cierta dictadura pasada), no se entra en el fondo del problema nuevamente, rife-rafes entre políticos de turno.
Segunda carpeta de Economía. Bancos: Hace dos años, quizás año y medio, todo eran situaciones inmejorables de contabilidad, pleno saneamiento de todos los bancos españoles, pero con cajas en bancarrota, bancos que necesitan inyección de dinero por el Estado, es decir, el mío, el suyo, y el de mas allá, no hay visos de solución. Eso sí, pasando por indemnizaciones millonarias de las mentes y cuerpos privilegiados de dichos banqueros.
Carpeta Prensa y Medios de Comunicación: Los altavoces de los distintos medios siguen con sus notas, previamente manuscritas por los poderes financieros, dando logos, consignas tales como ‘vivimos por encima de nuestras posibilidades’ o ‘el llamado estado de bienestar se tambalea por nuestros propios errores y vicios adquiridos’. ¿De quién me pregunto, del banquero, del político, o del ciudadano de a pie?
Carpeta Justicia: Camps absuelto, Garzón condenado (‘así aprenderán a no tocar lo que no se debe tocar, a dejar impune lo que debe quedar impune’), ¿Principio de la igualdad de la justicia?….
Ante este panorama tan ‘alentador’ abierto en mi escritorio, decido no ejecutar más carpetas. Pincho con el ratón en botón inicio, y con mucha satisfacción, aparece el logo ¿apagar el equipo?, por supuesto, sigo durmiendo un rato más.
