Una empresa china se va a adjudicar Cubigel, la sucesora de la histórica Unidad Hermética. Al final del proceso de venta de la empresa de Sant Quirze, llegaron dos grupos industriales chinos dedicados a la fabricación y venta de compresores, empresas que ven en Cubigel una plataforma logística y comercial para penetrar en el mercado europeo. La opción ganadora prevé recuperar la producción, mantener a la mayor parte del empleo y recortar los salarios el 15% a los trabajadores que sigan en la firma. Los chinos -los nuevos propietarios forman parte de un grupo controlado por una sociedad estatal- no dudan en hacer suyas las reglas del capitalismo.
Fue Unidad Hermética una empresa emblemática durante muchos años. La empresa, que conoció el resurgir de los movimientos sociales, fue pionera en la exportación y mantuvo unas condiciones laborales de primer nivel. Y fue una de las pocas empresas industriales que logró cotizar en bolsa. Durante mucho tiempo fue la gran empresa de Sabadell.
Al final de la escapada, los restos del imperio van a terminar en manos de un grupo chino, una economía emergente con energías sobradas que internacionaliza su actividad. China tiene muchas divisas y aprovecha el claudicante tejido industrial de la vieja Europa para comprar a precios de ganga marcas, instalaciones y tecnologías de buen nivel. El imperio chino cada vez tiene más músculo financiero e industrial.
Lo cierto es que en pocas décadas, China ha pasado de ser objeto de las cuestaciones del Domund a poco menos que el Eldorado financiero. Hoy es el primer mundo el que pasa la bandeja en China y busca sus inversiones.
