Estamos en un momento en que ir “a la contra” está en auge. Tal actitud es aplaudida, jaleada y, posiblemente, hasta dé algun voto cuando llega el momento. El señor Corcuera, diputado en el Congreso, va en contra del uso del casco en las vías urbanas. No es mi deseo objetar las ideas del señor Corcuera, portavoz socialista en la Comisión de Seguridad Vial i Movilidad Sostenible. El día en que un ciclista sufra un accicente motal, irreversible, por ir sin casco, entonces ya veremos cómo opina.
Sí le pediría a nuestro conciudadano diputado señor Corcuera que planteara en alguna de sus intervenciones ante sus señorías, la necesidad de que los ciclistas circulen por la calzada y no por las aceras. Creo que es reciente alguna ley sobre el caso, pero ni se cumple ni la autoridad vigila a estos jovencitos, o menos jovencitos, que circulan con sus bicis no “a paso de peatón”, como le recomendó hace unos meses a un cuidador mío, un agente de la Policía Municipal. No son todos, afortunadamente, pero sí veo algunos que van a toda velocidad, pasando a un palmo o rozando a las personas que pasean tranquilamente por vías importantes con acera ancha. Aquí también, el día en que suceda algo grave y sin remedio contra algún peatón, veremos quién da la cara. No me lo han explicado, sino que lo he vivido: en el plazo de un mes me han “rozado” peligrosamente dos ciclistas que parecía que llegaban tarde a la meta.
