Rosa María Torres hoy tendría 41 años. El 14 de mayo de 2011, su marido, Ricardo F.V., la degolló por una cuestión de celos y anuncio de divorcio. Tres meses después su cadáver apareció en una zona boscosa de Castellbisbal. El homicida ha sido condenado a 14 años de cárcel. En 7 años, o antes, podría salir ya gozar de la libertad. El juez de la Audiencia Provincial de Barcelona considera probado que Ricardo es culpable del homicidio de su mujer y le ha aplicado la pena máxima por considerar un «acto execrable» acabar con la vida de la esposa y de la madre de su hijo de 11 años. El jurado popular culpó por unanimidad al encartado, pero dos de sus nueve miembros no apreciaron el agravante de alevosía. Esa ha sido una de las razones por las que la condena no ha sido más alta, es decir, en grado de asesinato.
Además de la pena de cárcel, Ricardo ha sido condenado a pagar 200.000 euros a su hijo y otros 40.000 al hermano de Rosa Mari.
