He creído correcto poner este título “Sabadell, ciudad de barrios”, que expresa la realidad de la ciudad. Y coincido con el señor Navas, presidente de la Federación de las Asociaciones de Vecinos de Sabadell, que resaltaba también esa frase en uno de sus escritos.
Sabadell es una sola entidad, pero la pertenencia a la misma los ciudadanos la hacen a través de su zona concreta de residencia histórica, de vivencia plena. Tienen la sensación real de que, en parte, en casi todo, es obra suya, directamente o por sus reivindicaciones colectivas o individuales.
El actual urbanismo, el asfaltado de sus calles, el conseguir sus espacios verdes, sus plazas, incluso en muchos casos el disponer de alumbrado y cloacas ha sido gracias a su tesón, insistencia y reclamaciones de todo tipo.
No hay un barrio en Sabadell donde ese esfuerzo no haya sido definitivo para su formación. Y eso ha sido en los 40 años últimos, los que llevó a las legislaturas de Farrés y de Bustos a responder, a atender, a realizar, a completarlos en urbanismo y servicios.
Ahora estamos en un tercer mandato. Tres años ya. Se han finalizado algunas grandes obras, o sea, se ha finalizado lo que ya estaba sólo a punto de inaugurar. ¿Pero… nuevo? Eso sí, grandes proyectos de futuro y declaraciones continuas en la prensa, junto con fotografías de miembros del Equipo de Gobierno, sobre todo de los respectivos alcaldes. Por cierto, recuerldo lo que decían del anterior alcalde por salir a menudo en el diario local, ¿Y ahora?
De todos modos, corrijo. El vial para bicicletas de la Ronda Ibèria y la rotonda de la carretera de Terrassa: quin embolic!
Hace unos días se celebró la asamblea de la Agrupación de Vecinos de Ca N’Oriac en la que se expusieron temas pendientes del barrio: una larga lista de espera de más de dos años.Y aquellos que lo iban a solucionarlo todo, todo lo tienen pendiente. Eso sí, muchos estudios.
En las plazas se retiran los juegos infantiles por peligrosos, pero no se reponen; casas abandonadas con su peligro, ratas y suciedad (en calles como Cadí, Collsalarca, Rosselló, pasos cebra sin pintar, contenedores rotos, aparte los temas de la Masía, Parc del Nord, pisos de los maestros, etc…). Todo ello sin soluciones.
Sabemos que las soluciones a todo ello necesitan dinero, trámites y proyectos, pero se acaba la legislatura y, aunque suponemos que en este último año se darán prisa en hacer “algo” (hay elecciones) los problemas están ahí, y los estudios y las proclamas de participación son continuas. Pero las soluciones, no.
Y no me refiero sólo a Ca N’Oriac, cada Asociación de Vecinos de cada uno de nuestros barrios se encuentra en parecida situación: Campoamor, Sant Julià, Can Llong, Can Rull, problemas viejos, deficiencias nuevas. Todo se conoce, en nada se avanza.
Hablemos con vecinos del Sur, del Norte, del Este o del Oeste, todos los hombres y mujeres dicen lo mismo: este Ayuntamiento nos tiene abandonados.
