DAVID STEY, OKTOBERFEST : «Hay buen ambiente y se contagia el buen rollo»

Publicat el 20 d’octubre de 2011 a les 16:34
Actualitzat el 08 de juny de 2018 a les 10:17
Sse mueven por toda Europa como un circo, acampan sus 14 trailers con 30 trabajadores en una explanada, montan la carpa de 50 metros y organizan una fiesta de la cerveza igualita al Oktoberfest de Munich. Está en Sabadell, frente a El Corte Inglés, hasta el día 6. Uno de los tres hermanos propietarios de Bavaria Events, David Stey, nacido en Ansbach, a 180 kms. de Munich, es también el disc-jockey y animador de la fiesta. ¿Qué va a pasar aquí? Que Sabadell va a disfrutar por primera vez de la fiesta más grande del mundo, la Oktoberfest. Eso de la más grande será un decir. La carpa de Alemania tiene aforo para 10.000 personas y viene gente de todo el mundo. Espectacular. Verlos bailar a todos a la vez sí que es espectacular. Y en tres fines de semana, pasan por ahí seis millones y medio de personas. Grande sí, pero... En la última edición de Munich se vendieron 70.000 codillos de cerdo y 7 millones de litros de cerveza. ¿Un sabadellense entra aquí y... qué va a ver? El típico ambiente Oktoberfest, con su decoración, su suelo de madera, sus mesas alargadas, todo igual que en el Theresen Wiesen de Munich. ¿Pantalón tirolés? Por supuesto, todo lo más típico bávaro. Ellos con camisa de cuadros y pantalón tirolés leder hoesen y ellas con el drindl tradicional. ¿Y una vez dentro qué hago? Comer, beber y, si quiere, cantar y bailar. Aquí caben 500 personas. ¿No molesta a los españoles compartir mesa con desconocidos? Al principio pueden estar un poco cohibidos, pero no les dejamos mucho tiempo sentados. Enseguida se ponen a bailar y cuando llega el brindis su vecino de mesa ya es su mejor amigo. ¿Tan rápido los emborracháis? Aquí no se emborracha a nadie. Pero hacemos concursos de baile, de sujetar jarras de cerveza, bailes típicos bávaros, polcas, la canción del YMCA, la canción del verano alemana, el Rosamunda que aquí llaman Barrilito de cerveza... ¿Y la vergüenza? El efecto Oktoberfest convierte al más tímido en el más extrovertido, alegre y simpático. ¿No será el efecto lúpulo? Que aquí no emborrachamos a nadie, hombre. Pero si entran a las 7 y a las 8 ya está toda la carpa bailando. Hay buen ambiente y se contagia el buen rollo. ¿Se puede venir con niños? Claro que sí. Esto es una fiesta familiar. Ellos son los primeros en animarse. ¿Menú? Codillo con puré de patata y chukrut que es berza fermentada y diferentes tipos de salchicha como el bratwurst, currywurst, weisswurst o frankfurt. Sólo las patatas son españolas. ¿Las kartofen justamente? No podemos traer cada semana miles de kilos de patatas fritas de Alemania. Sale carísimo. La cerveza sí será alemana. Por supuesto. Traída expresamente de allá en un trailer de 18.500 litros en barril. Tenemos la Veltins, rubia o sin alcohol, la Maisel’s Weise de trigo y la Bayreuther Landbier, tostada o negra. Todo en jarras gigantes, claro. La de medio litro y ésta (foto) de un litro. ¿Ve usted como todo gira en torno al alcohol? No es cierto, a mi no me gustaba la cerveza, siempre pedía claras con más limón que cerveza. Pero ahora me he acostumbrado, tomo un medio litro cada noche y me animo igual. Reconózcame diferencias con la Oktoberfest de verdad. Muy fácil, aquí la gente no viene vestida con el traje típico. Allí el 70%. Os habéis paseado ya por media España, ¿no? Hemos hecho Centro y Norte de España, la Costa Brava y ahora venimos de Blanes, Mataró y Granollers donde hemos reventado de éxito. Nos gusta España y nos quedaremos aquí tanto como podamos. Fiesta, siesta, fiesta FERIA O FEST La Feria de Abril sevillana podría competir en cifras con la Oktoberfest en el título de «fiesta más grande del mundo». Preguntado por ello, David Stey lo reconoce y no ve descabellado que un empresario español pasee por Alemania tablaos, flamencas, guitarristas, palmeros, pescaíto frito, fino, rebujito mucho Que viva España y mucho Porompompero. «Seguro que todos los alemanes terminarían bailando sevillanas. Nos gustaría montarlo nosotros, pero en Alemania decimos que no puedes bailar en dos bodas a la vez», dice.