Un paso más. El Sabadell mantiene vivo el sueño del playoff tras doblegar al Tenerife merced a un autogol de Carlos Ruiz en una Creu Alta repleta. La ciudad respondió al fin y se rozó el lleno, con más de diez mil espectadores. La mejor entrada desde el regreso a Segunda A. Se huele la Primera División. El encuentro fue tenso y con sabor a finalísima. Ningún equipo quería fallar y dar opción al rival. Así se reflejó en el respeto mutuo de los primeros 20 minutos. A partir de aquí, el conjunto de Miquel Olmo tomó el mando a base de combinar con gran precisión, de nuevo con Longás estelar. Tras avisos de Collantes y Sotan, en el minuto 38, en fase de total acoso local, un centro de Longás lo desvió el central Carlos Ruiz al fondo de su marco ante la presencia de Martí Crespí. Antes del descanso, enmudeció la Creu Alta cuando Nauzet derribó a Suso fuera del área jugándose la roja. El colegiado le mostró la amarilla ante las protestas visitantes. Continuó la angustia en el arranque de la segunda mitad. Al Sabadell le entró la ‘pájara’ y casi lo pagó caro. Hasta tres oportunidades desperdició el cuadro chicharrero, justificando su nulidad atacante de las últimas jornadas. Se rehizo el equipo arlequinado recuperando el control del centro del campo. En eso ayudó la irrupción de Manuel Gato, quien casi marcó un gol de crack. También Aníbal rozó el 2-0 en un cabezazo que conjuró Roberto. El sufrimiento se apoderó de la grada, más por la incertidumbre del marcador que la amenaza de un Tenerife que perdió gas en la recta final. Llorente tuvo la sentencia aunque tampoco atinó en el remate. Al final, fiesta en la Creu Alta mientras los jugadores se abrazaban formando una pinya en el centro del campo. El playoff está cerca aunque se sigue dependiendo del Córdoba. Quedan dos jornadas de infarto, el próximo sábado en Valdebebas ante un Castilla que se jugará el descenso. Miquel Olmo habló de ‘mérito enorme lo que estamos viviendo
, pero queremos más y con esta gente que había en el estadio lo podemos lograr’.
