Un informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) vaticina otros seis meses de recesión para España en 2010. Los técnicos estiman que en el segundo trimestre se ha manifestado un repunte del consumo a consecuencia de la anticipación de compras previas al aumento del IVA, en tanto que en el tercer y cuarto trimestre puede acusarse la caída del consumo y los efectos de las medidas de ajuste fiscal.
Así que la conclusión es muy simple: recaída, con posible y modesta recuperación para 2011. En ello coinciden muchos observatorios económicos. Los problemas que lastran la recuperación son un muy elevado endeudamiento y el exceso de capacidad productiva en el sector de la construcción, con un desmesurado stock de inmuebles en busca de comprador. Un stock que, envejeciendo, se va devaluando y que tiene asociado una fuerte carga de financiación.
La locomotora que puede tirar de la actividad económica es el sector exterior, y es esperanzador que la mayoría de rubros de exportación registren crecimientos superiores al 10 %, con la excepción del automóvil que todavía presenta una evolución regresiva. La recuperación es altamente dependiente de la aportación turística y del dinamismo de nuestra capacidad exportadora.
El informe Funcas ha ganado rápida notoriedad en la opinión pública, entre otras razones, porque viene a decir lo que piensa y teme la mayoría. La vicepresidenta Salgado ha recordado que las previsiones del Gobierno son distintas que las del informe de las Cajas. Pero la gente no se cree casi nada de lo que viene del Gobierno, cuestión grave para recuperar la confianza.
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